Por: Gilberto González García
No
creas, emperador
que con
dinero y poder
vas el
mundo a someter
bajo el
reino del terror,
porque
hay gente con honor
que les
sirve de acicate;
y el
corazón que les late
dentro
del pecho anchuroso
es soldado
valeroso
dispuesto
para el combate.
Nuestros
cinco compañeros
que,
con rencor y malicia,
y
estafando a la justicia,
tú
mantienes prisioneros
son
cinco ejemplos cimeros
de
virtud y valentía;
y no
está lejano el día
en que
se imponga la ley
y
regresen a su grey
con
altivez e hidalguía.
Ellos
volverán, no hay duda,
a la Patria agradecida
que no
abandona ni olvida
a quien
la quiere y ayuda
Ella
responde, ceñuda,
como
demuestra la historia,
si se
amenaza su gloria
o a sus
hijos se lastima
y en
esfuerzos no escatima
hasta
obtener la victoria
Si
defender su nación
es una
actitud dolosa;
es una
actitud tramposa
tener
héroes en prisión.
De tu
gobierno, es baldón,
que
nunca podrá limpiar,
el
dejarse intimidar
por la
mafia prostituta
ambiciosa
de una fruta
que nunca
podrá alcanzar.
No
existe confinamiento
para
una rama de olivo,
ni se
puede hacer cautivo
un
verso o un pensamiento.
Cada
noble sentimiento,
cada
verdad, cada sueño
aunque
parezca pequeño
es, de
un sol, el despuntar
que no
puedes enjaular
por más
que pongas empeño
Vives
en un espejismo
pensando
que eres Mesías
y
soñando fantasías
que no
te crees tú mismo.
Desiste
de tu cinismo,
basta
de vanagloriarte
que el
mundo empieza a mirarte
como a
un necio pervertido,
aunque algunos
no han tenido
el
valor de desafiarte.
Oye un
consejo piadoso,
fanático
emperador,
para
que salves tu honor
que
está bastante ruinoso.
Si
quieres vivir airoso
y no
acabar mal parado
tienes
que dejar a un lado
tu
absurda filosofía
pues te
hundes, día a día,
en un
lodo ensangrentado
Revisa
bien tu conciencia
y tu
oscuro corazón,
a ver
si en algún rincón
queda
un rastro de decencia.
No
dejes que la demencia
decida
tus derroteros
abandona
los senderos
del
alcohol y la maldad
y dale
la libertad
a los
héroes prisioneros.
